Caminamos

Aparecimos en este lugar.
No sé muy bien por qué.
Quisiera saber.

Dos manos que trabajan…
Los dedos más bien.
Y abajo los pies, para caminar.

Hacia adelante vamos.
Ya sea en ficción
o en la realidad, es lo que hacemos.

Paso a paso día a día.
Día a día hasta la noche.
Avanzamos y caminamos.
Como humanos, paso a paso.

Es lo que hacemos, caminamos.
Crecemos, evolucionamos.
Hacia adelante en esta línea imparable:
el tiempo mismo.

Que sólo avanza en un sentido,
sin preguntar si estamos listos.
Es lo que hacemos, caminamos.
Crecemos, evolucionamos.

Comenzamos otra vez.
De nuevo de pie.
A veces por error, sin ver hacia atrás.

Pero siempre listos a
mirar hacia adelante.
Y sin vacilar, dar un paso más.

No, no existe fuerza alguna
que nos pueda parar.
No sé si es para bien o si es para mal.

Anuncio publicitario

Clave de Sol

Un nuevo día, despertó.
A mis manos, el sol tocó.
Abrí mis ojos y sólo ví
cinco horizontes, sobrepuestos.

Indicios de vida, en mi pie
que comienza con frecuencia a rebotar.
Con mis labios y algo más,
he comenzado a tararear.

Y aquí vamos otra vez,
con mis siete secuaces y cinco más
que se visten de negro para encajar.
Que se visten de negro para armonizar.

Y qué más puedo hacer,
con estas ansías y luces.
Nunca se irán de mí
y nunca sabré por qué.

Algunos perros ladran.
Algunos cuervos ven.
Pero nada de eso
pues una osa escucha.

Nunca me preocupó
lo bien o mal, que sonó.
Algunas rimas que no riman
y muchas estrofas inconclusas.

La disonancia siempre a mi lado,
pues ser perfecto es tan inhumano.
Tan simple y frío, muy calculado.
Prefiero el calor, sentimental.

Y un par de alas para volar,
le colocaré a mi nueva confección.
Que vuele libre por doquier
y que me recuerde al volver.

Amor Incógnito

Dos cuerpos llenos de alma,
sentimientos y algo más
se lanzaron a un vacío,
sin pensarlo una vez más.

Fue ahí que encontraron
un laberinto sinigual;
se tomaron de la mano
y comenzaron a explorar.

Sin querer se encontraron
con problemas por millar.
Este mundo blanco y negro
no los dejaría en paz.

Fue cuando decidieron
su amor disimular.
Fue cuando decidieron
su amor disimular.

No tenían otra opción
más que luchar de pie.
Defenderse el uno al otro…
sin poderlo demostrar.

Enfrentar a mil demonios
y tratar de no caer.
Todo esto, día a día…
sin que alguien lo sepa.

Ese fue el destino
que optaron por tener:
Mantener dicha distancia,
estando tan cerca.

Su amor era prohibido;
un amor incógnito.
Poco a poco fue creciendo
y lo sigue haciendo hoy.

Algunos creen que es imposible,
que está fuera de razón.
Porque aquí no hay lugar
para cosas del corazón.

Este mundo blanco y negro
donde lucharon por amar.
Este mundo que los obligó
a su amor disimular.

Soñador

¿Y qué si soy un soñador?
¿Y que si siempre lucho?
Inocente es mi corazón.
Y es que no me sé rendir.

No siempre tengo la razón.
Me equivoco y luego caigo.
Y es tan fuerte ese dolor
Que no me acostumbro a sentir.

¿Y qué si soy un soñador?
¿Y que si siempre lucho?
Tan débil es este corazón.
Y es que no aprendí a huir.

Y aunque busque la manera de exiliarme de estas ideas
siempre sigue la tormenta de alcanzarlas y añorarlas.

Vienen sueños. Vienen luchas.
Pero sentir la vida misma, es lo que más quiero este día.
Por más que me pierda, esto soy:
Un soñador, con puños llenos de melodías.

Y sé que soy un soñador.
En medio de una lucha estoy.
Rugiendo está mi corazón
que no entiende de rendir.

En las peores caídas,
es donde con más razón
dejé aun lado el dolor
y aprendí a sonreír.

Una Vuelta Más

Una vuelta más, te doy.
Nuevamente veo lo primero que me mostró mi vida.
Una vuelta más, a tu alrededor.

Trescientas sesenta y algo veces
te vi antes de llegar hasta aquí.
Trescientos sesenta y algo pasos
para completar una vuelta más…

A tu alrededor mi sol.
Y gracias doy por estar aquí.
Una vuelta más
a tu alrededor mi sol
Y gracias doy una vez más.

Con llanto y alegría,
con hambre y abundancia.
Mi sol siempre arriba.
Mi sol de cada día.

Tantas y tantas cosas, viví.
Tantas y tantas cosas, soñé.
Todas y todas ellas, viví.
Gracias, gracias, gracias, te doy.

Trescientas sesenta y algo gracias doy.
Por cada vez que te pude ver
salir y esconderte también
para completar una vuelta más…