Se encontraron, por ahí, sin buscarse.
Tal vez fue un bien elaborado plan
del universo o quizá alguien más…
o tal vez fue por pura casualidad.
Nació así un nuevo día para los dos;
un pentagrama en blanco donde escribir
cualquier melodía que pudieran crear,
juntando la teoría y el corazón.
Y es que ese encuentro, inesperado,
les sorprendió tanto a ambos porque
llenó vacíos y les dio motivos
de sentirse, con la vida, agradecidos.
Esta es la historia del día 26 de #The100DayProject y mis #100HistoriasCortas.