Se encontraron

Se encontraron, por ahí, sin buscarse.
Tal vez fue un bien elaborado plan
del universo o quizá alguien más…
o tal vez fue por pura casualidad.

Nació así un nuevo día para los dos;
un pentagrama en blanco donde escribir
cualquier melodía que pudieran crear,
juntando la teoría y el corazón.

Y es que ese encuentro, inesperado,
les sorprendió tanto a ambos porque
llenó vacíos y les dio motivos
de sentirse, con la vida, agradecidos.


Esta es la historia del día 26 de #The100DayProject y mis #100HistoriasCortas.

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Hermanos

Revisaba viejas fotografías cuando estas cumplieron con su función de llevarnos a otros lugares en otros tiempos…

Un día están desatando caos en tu habitación, sin permiso alguno; otro día, están salvando vidas, haciendo magia en la televisión o con la computadora.
Un día los estás molestando por su tamaño, por su inexperiencia en esta vida o por lo que no les es permitido hacer aún; otro día, los estás extrañando a escondidas mientras piensas en alguna excusa para escribirles.
¡Cómo pasa el tiempo!

Un día estás siguiéndolos por todas partes para que jueguen contigo; otro día, estás demasiado ocupado para acordarte de ellos.
Un día estás preguntándoles por todo y sobre todo, sin parar, sin darte cuenta de lo irritable que eres; otro día, estás agradecido por lo que te enseñaron sin pretenderlo.
¡Cómo pasó el tiempo!


Esta es la historia del día 20 de #The100DayProject y mis #100HistoriasCortas. Aquí la historia del día 19.

Diecinueve

Comenzó a escribir sobre el número diecinueve.

No sería fácil.

Pensó en sacar datos sobre el número: Es un número primo, son casi dos docenas y también que el uno y el nueve se complementan para sumar diez. Nada relevante, no podía pensar en algo útil para escribir algo con buen significado. Entendió entonces su error:
Estaba pensando —otra vez— en vez de sentir.
No era fácil.

Había mucha presión en honrar el número en pocas palabras. En especial porque, para él, fue y seguía siendo importante. Había tanta simbología en recibir aquella fría mañana del décimo noveno día en el noveno mes de su juventud, después de una noche de lluvia y estrellas.

No es fácil.


Esta es la historia del día 19 de #The100DayProject y mis #100HistoriasCortas. Aquí está la historia del día 18.

Sueño al volante

Con la misma rapidez que sus ojos se cerraban, caía su cabeza. Justo antes de enterrar la barbilla en su pecho, Julio reaccionaba y levantaba el rostro, luego, despegaba sus párpados uno a uno y, con la vista borrosa, miraba alrededor.

Luchaba contra el inusual peso de sus párpados y, a largo plazo, parecía que ellos ganarían. Había pasado quién sabe cuánto tiempo en tráfico y le faltaba quién sabe cuánto más para llegar a su casa y poder dormir de una vez.

Pero Julio desconocía dos pequeños detalles sobre esto: (1) Los fantasmas no duermen y (2), él era uno.
Se convirtió en fantasma desde que se estrelló contra un árbol al quedarse dormido al volante.


Esta es la historia del día 18 de #The100DayProject y mis #100HistoriasCortas. Aquí la historia del día 17.

Tercera persona

Esa noche, ella no lo esperaba con una sonrisa en su boca y alegría en sus ojos.
Lo esperaba con inseguridad en la mirada y silencio en sus apuñados labios.

Ella se enteró horas antes que había alguien más, una tercera persona, entre los dos.
Se sentía como una tonta, como una ciega que no pudo atar los cabos antes.
Todo tuvo sentido esa tarde, tantos cambios, tantas señales.

Lágrimas comenzaron a rodar en sus mejillas tan pronto abrió su boca para hablar con él.

El cuarto entero comenzó a girar para él cuando la escuchó.
No sabía qué decir ni cómo reaccionar.
Pero sabía lo que había hecho y, en el fondo, sabía que esta conversación tendría lugar tarde o temprano.

Lágrimas comenzaron a correr desde sus ojos también. Limpió un par de ellas y entrecortadamente exclamó, “¡Voy a ser papá!”


Esta es la historia del día 15 de #The100DayProject y mis #100HistoriasCortas.