Comprendo que debería estar preocupado. Pero no lo estoy.
Debería preocuparme el hecho que no me preocupa. Pero no lo hace.
Aquí estoy. Sólo sentado. A menos de siete pasos de vos. Inertes los dos.
Vos esperando por mí y yo queriéndote evadir y seguir adelante.
Nunca me preocupó. En mi mente, no vales el tiempo.
Va a pasar lo que va a pasar.
Los residuos previos a esto debe ser suficiente.
Sino pues, obvia y literalmente habré fracasado.
¿Por qué esforzarme? El fin al fin llegó.
Desde el inicio, el esfuerzo no inició.
Te necesito. Sí. Con la mitad de tu potencial me basta.
Y como antes, espero al menos llegar a ello.
Como dijo alguien una vez:
En el aire, sé que soy nada más que menos de lo que podría ser.
Representás menos de lo que crees.
De lo que los demás creen.
El mundo exterior es un mundo exterior a este.
Un mundo ajeno y diferente.
Donde representás nada.
Donde nada de esto representa algo.
Así fui aprendiendo.
Así aprendí.