Ángel de la Guarda. Capítulo III

Estoy esperando a Karen sentado bajo el sol de una buena mañana de sábado. Ella insistió en que no era necesario irla a recoger a la universidad porque vendría con sus compañeros. De todos modos, son solo tres kilómetros de la Universidad de El Salvador hasta Metrocentro; unas tres o cuatro paradas en microbús.

Veo la pantalla de mi teléfono, mi iPhone 3 que conseguí usado y cumpliendo la regla de las tres B: Bueno, Bonito y Barato. Diez de la mañana con cuarenta y ocho minutos. Sábado diez de julio de dos mil diez. Lo desbloqueo para cambiar la canción pues en estos momentos no me siento con ánimos de escuchar a Korn. Presiono un par de veces la pequeña flecha de Siguiente. Creo que todos tenemos esas canciones que nunca escuchamos pero que tampoco borramos del teléfono. Al fin encuentro algo pasable, algo más tranquilo para la pequeña espera que estoy haciendo; Crema de Estrellas de Soda Stereo.

Karen dijo que su reunión terminaría a las diez y media, por lo que debería llegar en cualquier momento. Para mientras, me distraigo viendo a las personas alrededor. Es sábado, la mayoría de estas personas vienen a realizar los mandados que no pueden realizar entre semana. Unas cuantas familias a pasar el rato. Uno que otro bicho esperando su novia —igual que yo— y otros que quizá solo tienen que pasar por acá para abordar otro bus. Sigue leyendo «Ángel de la Guarda. Capítulo III»

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