Amaños.
Es la palabra del momento. Yo, sinceramente, no la conocía hasta hace unas dos semanas. El tema tiene varios días de no salir de los medios de comunicación y dos, con hoy, de ser primera plana y el habla de las redes sociales. Internacionalmente hemos vuelto a aparecer en las noticias. Noticieros y programas deportivos reconocidos nos han mencionado y hasta hecho entrevistas. Es también la burla del momento, memes, chistes, caricaturas, trending topics. En fin, totalmente viralizado en todo sentido.
Yo me hago varias preguntas. Comencemos, ¿Realmente es tan sorprendente?
No me malinterpreten, soy amante del fútbol y más de la selección nacional. Pero simplemente no me sorprende. Es como que me vinieran a decir que en el gobierno también hay robos, fraudes, corrupción. No digo que el deporte o en sí la selección es totalmente un fraude o engaño, pero sé que este tipo de cosas pasan. Con esto, tampoco le resto importancia o lo veo como algo insignificante. Sólo digo que no entiendo el por qué de tanto alboroto. A veces creo que es porque somos un país pequeño, donde, así como en cualquier pueblo pequeño, las noticias vuelan rápido y todos estamos enterados inmediatamente de las cosas, dejándonos atraer por las mismas.
Ahora bien, ¿Es una noticia total y absolutamente relevante?
De nuevo, no le estoy restando importancia. En mi opinión, es puro sensacionalismo. En estos dos días, todos han tenido algo qué decir sobre la selección, sean aficionados de la selección (o siquiera del deporte) o no. Es y debería ser una noticia sumamente relevante para todo aquel que apoya realmente a la selección de fútbol mas no para aquel que si acaso, sólo habla en mal de la misma.
Creo que aquí va el punto de la entrada.
En mi opinión, entre la gente, este suceso no es realmente sobre la selección ni sobre el honor hacia la patria. En realidad es:
- La oportunidad perfecta de demostrar «que la selección de fútbol es (y siempre ha sido) una m#$%da (en todo sentido)». O sea, que siempre han tenido la razón al no apoyarla ni mirarla de reojo siquiera.
- La oportunidad de sentirse realizado que «se está haciendo justicia» en algún lugar.
- La oportunidad de reírse de las prioridades del pueblo salvadoreño. Pues, habiendo problemas (amaños) más graves, la gente se queda con el fútbol.
- La oportunidad de justificar el por qué nunca vamos al mundial.
- La oportunidad de estar in en las redes sociales. Yo critico, tú criticas, él critica…
- La oportunidad de salir de héroe cuyo escudo es el honor, la honradez y cualquier otro valor que se les pueda ocurrir. Pues, son indignantes este tipo de cosas 😉
De nuevo, todos tienen algo que decir sobre la situación.
¿Y si fuera otro país?
Específicamente, ¿y si fuera la tan apreciada liga española? No es secreto mi desprecio por aquellos que adoran esta liga y más aún si al mismo tiempo menosprecian el fútbol nacional. Yo sé que jamás saldría a la luz en un mundo tan lucrativo como el fútbol español (ojo, no saldría a la luz, no que no pase). Pero asumamos, usemos toda nuestra imaginación, e imaginemos que pase. Esta pregunta es obviamente para estas personas, fans del fútbol español. ¿Tendría el mismo impacto? ¿Se sentirían igual de ofendidos? ¿Le darían la espalda al equipo o a los jugadores? Personalmente, no lo creo.
Personalmente creo que implemente es, como mencioné antes, la oportunidad de juzgar teniendo algo con qué juzgar. Lo veo incluso como si las personas lo hacen más en un sentido burlista. Como si disfrutasen el malestar ajeno. Como si el desprecio por estos jugadores «del fútbol de aquí» tuviera una carretera recién abierta hacia los mismos jugadores.
¿Terminará aquí?
Sea cual sea la resolución de todo este relajo, no creo que vaya a terminar. La gente debería estar consciente de esto. Y no me tomen como pesimista; al contrario soy un idealista en la mayoría de los casos. Pero es algo que debe ser aceptado.
Yo considero varios factores como causas (mas no justificaciones) que están fuera de la avaricia y otros anti-valores. ¿Ejemplo? Fácil: Me pongo en los zapatos de los jugadores y me pregunto qué elegiría; por un lado tengo una gran cantidad de dinero y al otro lado tengo un país, cuya afición que es bien mínima y cuyos críticos son muchísimos. Y no nos quedemos con la afición de la selecta como tal, veamos en sí la Liga Mayor de Fútbol, lo poco saludable que es y e refiero en muchos sentidos y en muchos niveles.
Para finalizar, quiero aclarar que sí, me siento triste por los eventos probados o no. No por esto dejaré de emocionarme con cada gol a favor y estirar la cara con cada gol en contra. No por esto perderé fe o el amor al deporte. No por esto dejaré de enseñarle a mis hijos (algún día) a amar a su país y a lo suyo. Tampoco es alguna especie de conformismo, lo mejor que puedo hacer esperar a que los indicados tomen cartas en los asuntos; pero con hablar o escribir en mi cuenta de facebook o twitter, sé que no logro nada. Va más allá de lo que muchos están haciendo, criticar. Por mi lado, critico a los que critican 🙂