Recuerdo – 8: Nuevo Año

Con el inicio del nuevo año, regresaron las reuniones de La Gran Familia. Esta vez con mayor cautela. Si primer punto en la reunión fue qué hacer con respecto a los individuos que los acechaban.

Había opiniones divididas. Algunos incluso culpaban a Carlos por haber llevado a Diego, ajeno a la familia, ya que fue a él a quien capturaron hacía unos dos meses atrás. Otros se mostraban agradecidos porque fue él y no uno de ellos.

A través de la historia los miembros de La Gran Familia se han estudiado a sí mismos en muchas formas: anatómicamente, biológicamente, neurológicamente, genéticamente y muchas otras palabras que terminan en mente. No hay diferencia alguna entre ellos o cualquier otro ser humano. Así que aunque los capturaran y les hicieran todo tipo de pruebas científicas, no podrían descubrir mayor cosa. Sin embargo, tal y como está en las normas, ningún miembro puede ser capturado por nadie; en caso que sucediera, tomarían cualquier medida para rescatarlo. Y esto es porque han aprendido que siempre hay alguien que va más adelante en la tecnología. Tal vez ya hay alguien que pudiera descubrir sus secretos.

Muchas cosas más salieron a discusión. Alguien propuso ya no reunirse más con argumentos de que si capturaban a alguien más de La Gran Familia, este podía ser interrogado con sueros al igual que Diego. Y en el tiempo que los rescatasen, ya habrían obtenido información delicada como de qué se tratan estas reuniones, nuestras edades reales y otras cosas más.

La discusión se calmó un poco cuando Carlos propuso llamar a su hermano mayor y consultarle su opinión. A pesar que muchos se oponían en el fondo o que tenían esa fea sensación de incapacidad y tener que recurrir a los mayores, pocos lo manifestaron. El hermano mayor de Carlos, Ricardo (también Richard, Richari, Ricard, Rich, Hitch, Riccardo y muchos más), era uno de los miembros más antiguos de la Gran Familia. Además tenía un nivel muy atoen la jerarquía de La Gran Familia. Esto era por su sabiduría que había demostrado a lo largo de la historia. Fue también uno de los precursores de las normas bajo las cuales se maneja la familia. En sí, Ricardo ha tenido una gran aportación e influencia a la historia de La Gran Familia.

Le preguntaron a Carlos si sabía dónde estaba actualmente su hermano ya que nadie había sabido de él por casi cien años. Carlos les respondió que tenía una idea y que trataría de contactarlo. Realmente Carlos sabía perfectamente donde estaba su hermano, había tomado unas vacaciones de todo desde el inicio del año 1900. Sólo esperaba que aún estuviera ahí y que anduviera de buen humor. Carlos recordaba lo incómodo que es ir a molestar a un hermano mayor para pedirle ayuda (sacarlo de un problema).

***

Dos días después Carlos hizo una parada en Ahuachapán antes de ir a Argentina.

  • “¿Y qué va a pasar con el kiosco?” – preguntó Diego, quien no sólo había cambiado de empleo y lugar de residencia, sino también de imagen. La Gran Familia le ayudó a reubicarse, era algo sencillo para ellos pues lo están haciendo todo el tiempo. La única diferencia de esta vez fue que Diego no quiso irse del país.
  • “Ahí va a quedar. De todos modos, cualquier rato lo va a quitar el tío Norman”
  • “Jajaja” – Diego rió pero en el fondo le causaba tristeza recordar su pasado y el hecho de haberlo dejado atrás. Su sonrisa se congeló por unos segundos y bajó su mirada. La mano de Carlos sobre su hombro lo regresó al presente.
  • “Ya no vendo La Prensa Gráfica. La vendía sólo para hacerte el favor” – Carlos trató de animarlo con la broma.
  • Ay viera que a mí me agradaba venderle” – la sonrisa de Diego regresó – “Entonces, ¿va a ir en busca de su hermano?”
  • “Sí. Espero encontrarlo y que nos quiera ayudar”
  • “¿No cree que están haciendo un mar de este pequeño incidente? Digo pues, todo este viaje, molestar a su hermano… ya no ha pasado nada por varias semanas” – Diego trató de comprender y apoyar.
  • “No ha pasado nada en parte porque no nos hemos reunido. Además, ya están demasiado cerca, demasiado encima de nosotros.”
  • “Está bien…”
  • “Además, ” – dijo Carlos, mientras tomaba sus maletas en sus manos. La seriedad llenó por completo su rostro – “No es la primera vez que alguien está tan cerca de descubrirnos” – Un incómodo silencio llegó a la tienda que atendía Diego. El rostro de Carlos pasó entonces a una mirada de decepción y luego de fingida prepotencia “Y vos… ¿qué pensás? ¿Qué voy a ir solo?” – Diego, quien estaba detrás del mostrador con la caja, se agachó y tomó una mochila.
  • “Jaja… esperando estaba que me preguntara”

A lo mejor era la falta que se hacía el uno al otro, o quizás la amistad, la hermandad que tenían entre sí pero ambos sabían que Carlos no iba a hacer ese viaje solo. Diego cerró la tienda, se despidió de los vecinos que estaban por ahí y partió junto a Carlos al aeropuerto.

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Recuerdo – 7: Reordenamiento

La Alcaldía Municipal de San Salvador inició la el reordenamiento del parque San José, en el Centro Histórico de la capital, con la reubicación de casi una veintena de vendedores, mientras el resto dice que se mantendrán en el lugar hasta que les brinden alternativas viables.

Al día siguiente, comenzaron las disputas entre los vendedores del Parque San José y la Alcaldía de San Salvador. Carlos sabía que esto iba a suceder tarde o temprano pues en otros lugares del centro capitalino ya se habían dado. Se interesó por defender; no a sí mismo pero sí el a los demás vendedores. Como mencioné anteriormente, este tipo de interacciones estaban prohibidas por La Gran Familia. Carlos no pensó en actuar violentamente como otros vendedores de otros lugares del centro habían hecho pero sí a través del diálogo y de propuestas tanto para las autoridades como para sus colegas.

A pesar que Carlos entendía perfectamente bien que siempre iban a haber dos perspectivas de las cosas, estaba dispuesto totalmente a apoyar los ideales y bienestar de los vendedores. Después de todo, era el sustento de muchos y lo había sido por casi 25 años.

Esto fue a inicios de noviembre del año 2010. Pasó el resto del mes y todo el mes de diciembre y no supieron más de los sujetos que habían interrogado a Diego. Incluso dos meses no eran para confiarse. La Gran Familia sabía que estos tipos habían estado detrás de ellos desde hacía ya años y que cada vez se acercaban más. A pesar que no sabían con exactitud por qué los perseguían o incluso quienes eran, los miembros de La Gran Familia que vivían en El Salvador sabían que no había sociedad ni grupo más antiguo o grande que ellos mismos, es decir, de La Gran Familia. Esto no con aires de grandeza, prepotencia o arrogancia sino con aires de tranquilidad de saber que era muy probable que no fuera algo tan serio o que no se pudiera resolver.